martes, 7 de julio de 2009

¿ES POSIBLE LA INVISIBILIDAD?

Ser invisible, como ser omnipotente, es un afán tan antiguo y tan consustancial al hombre que desde que éste adquirió los primeros rudimentos de inteligencia y razonamiento se ha manifestado más como una creencia que una posibilidad real. Algo más allá de la capacidad intelectiva, un horizonte inalcanzable soñado pero nunca visto en la realidad.
¿Y para qué el hombre quiere ser invisible?
¿Para satisfacer su curiosidad morbosa mientras se inmiscuye en vidas ajenas? ¿Para conocer la "verdad" del otro? ¿O como explica John Pendry (Gran Bretaña, 1943) para satisfacer el ánimo destructivo de los ejércitos y vencer cómodamente, sin riesgo físico propio, al enemigo?
Hace unos meses John Pendry dio una conferencia en Madrid invitado por la Caixa sobre sus experiencias en invisibilidad, en la que abrió un nuevo debate sobre su posibilidad práctica en el futuro. Sus teorías parecen propias de la ciencia-ficción, pero la argumentación que ofrece es an sólida como sorprendente.
El científico inglés comenzó hace veinte años sus estudios sobre la invisibilidad como una posibilidad teórica dentro de la física, y lo que parecía una especulación teórica pronto llamó la atención de los militares, preocupados por su mundo destructivo de aniquilar el máximo de enemigos sin sufrir baja alguna.
Los primeros experimentos los realizó para la empresa Marconi al idear un sistema físico de camuflaje que absorbiesen las ondas de radar haciendo invisibles, por ejemplo, ciertos tipos de aviones. El camuflaje consistía en una fina capa de carbono, que admite funcionó muy bien pero que le llevó a preguntarse por su causa íntima. Se pensó que el efecto logrado por la finísima capa de carbono se debía a sus características químicas, mas Pendry alumbró el camino de que la razón se encontraba en las propiedades estructurales de los materiales no en su química, en concreto en la ingeniería de las agujas que formaban las moléculas del carbono.
La teoría suponía una revolución conceptual y su aplicación en la industria militar una maravillosa arma.
El ejército estadounidense le invitó, según cuenta, a que expusiese su idea en San Antonio (Texas) ante un comité de expertos militares. Quedaron maravillados. Y le propusieron la fabricación de un manto de camuflaje útil para la guerra. Alegó que él era un físico teórico, más la Universidad de Duke recibió el encargo con David Smith como director del proyecto de intentar llevar a la práctica la teoría. Así se fabricó una capa invisible a las microondas y prublicó en la revista Science los resultados seis meses después , en 2006.
¿Dispone, entonces, el ejército estadounidense de esta arma tan sofisticada?
Las dudas éticas de algunos científicos sobre el mal uso de sus investigaciones e inventos es antigua. Cuando se formuló la energía nuclear de inmediato, y con muchos años de antelación a su uso pacífico y civil, su primer uso fue militar. La bomba atómica. Mas el científico inglés no parece tener demasiado escrúpulos de conciencia para que su teoría pueda llevarse a la práctica militar. Cree, ingenuamente, pienso, que el manto de camuflaje tendría una utilización militar defensiva , "no es el rayo de la muerte" asegura . Pero dentro del mundo militar, ¿quién es el agresor y quién es el defensor?
Formula John Pendry que todo depende de la capacidad estructural que tengan los metamateriales de doblar las ondas y de que esta sea menor que la longitud de la onda de la que se quiera ocultar. Poco importa la química de los metamateriales.
Aclara, a pesar de todo, que no piensa que la estructura lo sea todo, que cierre su teóría. La frecuencia es tanto o más importante. Es decir, explica que para las ondas de radar, su primer y satisfactorio experimento, es factible encontrar buenos materiales, pero no así para la luz visible. La luz visible tiene una longitud de onda muy pequeña y encontrar materiales cuya estructura sea más pequeña es el problema y reto. Nos adentramos en el nuevo campo de la nanotecnología, un mundo lleno de sorpresas cuyos frutos prácticos ya pueden verse en la industria.

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